Washington.- Los estudiantes y sus padres deben ser el principal objetivo de la vacuna contra la gripe A y la estacional, ya que son los principales portadores de sus virus, afirmó un estudio publicado hoy por la revista Science.
Según científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale y de la Universidad de Clemson, el control óptimo de la gripe en general podría lograrse si se aplica la inoculación a niños en edad escolar y adultos de entre 30 y 39 años.
Esa sugerencia se contrapone a las recomendaciones del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos que señala que la vacunación debe aplicarse de forma preferente a los menores de cinco años y los mayores de 50.
De acuerdo a modelos de transmisión del virus desarrollados por los científicos, la mejor protección contra los brotes gripales consiste en detener los altos niveles de contagio entre los niños y sus padres.
Eso debe realizarse pese al hecho de que es posible que los otros grupos (niños menores de cinco años y ancianos), los síntomas sean mucho más severos.
"Las vacunas deberían usarse para prevenir el contagio en las escuelas y entre los padres para impedir que diseminen la influenza en el resto de la población", indicó Jan Medlock, matemático de la Universidad de Clemson.
Sin embargo, Medlock admitió que el CDC ha evolucionado en sus recomendaciones en los últimos años, especialmente ante la aparición de una nueva cepa de H1N1, causante de la gripe A, "y está avanzando en la dirección correcta".
Las medidas preventivas para impedir un agravamiento de los brotes gripales durante el próximo invierno adquirieron mayor urgencia en Estados Unidos tras la aparición de la gripe A, que, en pleno verano, ha causado la muerte de 477 personas, según las últimas cifras del CDC.
Los modelos desarrollados por los científicos utilizaron datos e índices de mortalidad registrados en otros brotes epidémicos de gripe como los registrados en 1918 y 1957.
También tomaron en cuenta los niveles de contagio y llegaron a la conclusión de que los niños y sus padres deben ser los objetivos principales de una campaña de vacunación, en particular si sólo se tienen cantidades modestas de una inoculación efectiva, indicó el estudio.
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre la posibilidad de que este año no haya suficientes vacunas contra el H1N1 debido al cultivo demasiado lento de las cepas del virus.
Según los científicos, cuando la disponibilidad de la vacuna es limitada o cuando su nivel de eficacia sea bajo, es imperativo determinar con precisión quiénes deben ser los primeros objetivos de la inoculación. Con esa medida se protegería al resto de la población, añaden.
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