Edwin Martínez, viudo de Iliana Rivera, retó al Gobernador a que dijera públicamente la verdad con relación a lo que realmente está ocurriendo en el país con las muertes por el virus AH1N1. (Primera Hora / Andre Kang)
Bárbara J. Figueroa Rosa y Maritza Díaz Alcaide / Primera Hora
En un periodo de una semana, tres mujeres embarazadas fallecieron a causa del virus AH1N1, un problema de salubridad que los familiares de las víctimas adjudican a la inacción y “poca importancia” que el Gobierno le ha dado al asunto en las últimas semanas.
De hecho, Edwin Martínez, el esposo de Iliana Rivera, una de las féminas que falleció el pasado domingo a causa de la influenza, les lanzó un reto público al gobernador Luis Fortuño y al designado secretario de Salud, Ricardo Moscoso, para que dieran cara “y le digan al pueblo la verdad sobre las muertes que están ocurriendo en el país”. El mensaje fue contundente e instaba a los funcionarios a que observaran a sus esposas e hijos y los imaginaran postrados en una cama con esta enfermedad. “Imaginen qué sería de sus vidas sin ellos... después párense frente a una cámara y díganle al pueblo y díganme a mí que aquí no está pasando nada”, sentenció. Ante las declaraciones, el Gobernador lamentó las muertes ocurridas, pero negó que su administración haya bajado la guardia ante la amenaza del virus, que hasta la fecha ha afectado a más de 2,000 personas en la Isla.
“No hemos bajado la guardia. Al contrario, siempre hemos dicho, desde abril, que ellas (mujeres embarazadas) están en los grupos de mayor riesgo. Incluso, en varias conferencias de prensa dijimos que estaban ocurriendo muertes de varias mujeres embarazadas y mencionamos, por ejemplo, casos que habían ocurrido en Michigan”, expresó Fortuño.
Sin embargo, el Ejecutivo insistió en que no es responsabilidad de su administración la atención clínica que se les da a las pacientes, pues ése es un asunto de los especialistas.
“Acuérdate que el Gobierno no es el que da la atención, son los médicos. En ese sentido, el Departamento de Salud ha instado a los médicos para que tuvieran especial cuidado con mujeres embarazadas porque son uno de los grupos de mayor peligrosidad”, expresó, a pesar de que las muertes a las que se le hizo referencia ocurrieron, precisamente, en una institución hospitalaria pública. Fortuño fue más allá y dijo que “lamentablemente” los desenlaces fatales van a seguir ocurriendo y que queda en manos de la ciudadanía “tener mucho cuidado”. “De hecho, lo que ha dicho el CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) es que se espera que, en estos dos años, el 40% de la población se habrá contagiado y que esto (los contagios) van a seguir ocurriendo a un ritmo acelerado”, aseveró.
Moscoso prefiere callar
“En estos momentos, (Moscoso) está en pleno proceso de ir repasando los múltiples temas del Departamento de Salud. Por tal motivo, hoy no estará disponible para entrevistas”, afirmó Rivera. La insistencia de Primera Hora en entrevistar a Moscoso es precisamente porque hasta esta semana él se desempeñaba como el director médico del Hospital Universitario de Adultos en Río Piedras. De hecho, los viudos de dos de las jóvenes fallecidas aseguraron que hablaron personalmente con el también ginecólogo obstetra sobre las condiciones de salud de sus esposas, quienes para ese momento se encontraban en condición de cuidado en el área de intensivo de la clínica. “Yo hablé con él, porque sentía que los médicos no me estaban hablando claro y, aparte, tenía quejas sobre el trato que se le estaba dando a mi esposa. Y él (Moscoso) lo que me dijo es que Iliana no era la única y que ese virus era un problema descontrolado y que ellos (los médicos) no entendían la enfermedad”, expresó Martínez que le dijo el funcionario. “Pues ustedes se tienen que sentir bien frustrados”, agregó que le dijo a Moscoso, quien le contestó en la afirmativa.
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