Gripe porcina tomó a todos desprevenidos
miércoles, 12 de agosto de 2009
Rosita Marrero / Primera Hora
Desprevenidos y sin protocolo.
Así sorprendió el virus AH1N1 a los puertorriqueños, al Gobierno y a las autoridades a cargo de educar, desarrollar e implantar un protocolo, develándose de un sopetazo que la epidemia estaba haciendo estragos en la Isla.
La gripe porcina tomó a todos por asalto ante el desconcierto de las autoridades médicas, a las que se les llenaron las salas de pacientes contagiados por el virus que provoca extrañas afecciones respiratorias.
“Ya la gripe está en Puerto Rico”, dijo el entonces director de la Oficina de Bioseguridad, Rafael Burgos, a Primera Hora, el 14 de julio pasado, cuando explotó la bomba.
Ese día, Primera Hora develó la extraña enfermedad que le arrebató la vida a Alondra Negrón Matos, de 24 años, quien sufrió una afección que nadie supo diagnosticar, y que dio falsos negativos a la influenza A, antes de dar positivo.
Ese día, tras la revelación de Primera Hora, el gobernador Luis Fortuño anunció en una rueda de prensa “la primera muerte por gripe porcina”, de la que “se enteraron” las autoridades.
“Ayer nos reunimos para analizar los potenciales casos de gripe porcina. Ayer no teníamos datos. Es claro por la evidencia que el contagio ya no se limita a casos de viajeros. Ahora es obvio que tenemos un contagio de persona a persona. Hoy se confirmó una muerte”, dijo el Gobernador en referencia a la muerte de un joven policía que murió de una aguda afección pulmonar.
El gobernador Fortuño elevó el nivel de alerta de la categoría cuatro a la cinco, y se impartieron las medidas de salubridad y seguridad que se debían y se deben seguir, siendo las principales el lavado de manos, uso de pañuelos sanitarios y mantener una distancia razonable.
De esta manera, las autoridades corroboraron lo que era un secreto a voces: que había una proliferación de casos de afecciones pulmonares en toda la Isla que estaban levantando la preocupación de la comunidad médica y empleados de los hospitales de que se estaba desatando la epidemia.
El ex nominado secretario de Salud, Jaime Rivera Dueño, no descartó, y es la convicción de muchos, que el Gobierno bajó la guardia con el protocolo de la influenza AH1N1 en Puerto Rico.
El galeno, quien renunció a su nominación el 28 de junio pasado, indicó que llevaban tres meses impartiendo instrucciones pero, tal vez, por no ocurrir nada de forma grave se bajó la guardia.
El hecho de que Salud estuviera sin un secretario en propiedad contribuyó, sin dudas, a que no se reforzaran las medidas preventivas.
Pueden ser hasta 32 muertes, o tal vez más
Hoy son 18 las muertes por contagio del novel AH1N1 que se han confirmado. El lunes, el conteo iba por 14, pero se pasaron cuatro de estas muertes clasificadas como sospechosas a la categoría de confirmadas.
De acuerdo con el informe epidemiológico del Departamento de Salud, hay 14 casos sospechosos de muerte por gripe porcina, pero como no se ha hecho una prueba corroborativa, no pasan a los casos confirmados.
Por no habérseles hecho el análisis de laboratorio a 20 casos, nunca se sabrá si fueron ocasionados por la gripe porcina, o por cualquier otra enfermedad, como el dengue.
Si se suman las muertes confirmadas y las sospechosas, sumarían 32. Si se añadieran las otras 20 “que nunca se sabrá” , probablemente subiría el número de personas que murieron por el virus.
En los primeros días de la crisis, el epidemiólogo Johnny Rullán proyectó que habría 400 contagios diarios y una muerte por día. Primero expresó que serían dos muertes, luego dijo que “1.5” muertes por día. Su proyección se cumplió.
En un informe preparado por la Oficina de Epidemiología y “liberado” por Salud ayer, se indica que la curva de la epidemia refleja una disminución.
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