Suben a 34 las muertes sospechosas- Se duplicaron los decesos que se cree son por causa del virus AH1N1

Agosto 7 2009

Los alcaldes creen que el público bajará la guardia por la falta de información.

Por Sandra Caquías Cruz / end.scaquias@elnuevodia.com 

El Departamento de Salud informó anoche que el número de muertes sospechosas de influenza AH1N1 ascendió a 34, once más que el martes, la última vez que se dio información. 
Sumando las 12 muertes confirmadas, el dato supone que 46 personas podrían haber fallecido de AH1N1 en la Isla desde mediados de julio hacia acá.
El informe está incluido en un comunicado que Salud distribuyó anoche sin previo aviso, pese a que la agencia ha insistido en que dará datos de la epidemia una vez por semana. 
Además, durante la mañana un portavoz de la agencia había dicho que ayer no se ofrecerían nuevos datos. 
El secretario designado de Salud, Iván González Cancel, ha dicho que ofrecerá datos una vez a la semana y que sólo cambiaría de opinión si detectaba “un pico”. Pero no ha dicho si la decisión de informar dos veces esta semana responde a que se detectó ese “pico”. 
Salud también informó ayer que los casos confirmados ascendieron a 189, 46 más que la última vez que se dio esta cifra, la semana pasada. El número de contagios probables es ahora de 1,950. 
Las 34 muertes sospechosas son más del doble de la semana pasada, que eran 16. Pero, la verdadera magnitud de la epidemia no ha podido ser aquilatada, porque desde que González Cancel asumió la dirección de Salud la semana pasada ningún funcionario de la agencia ha hablado públicamente del tema. 
El epidemiólogo Johnny Rullán, quien fue director de la División de Epidemiología de Salud hasta que fue destituido el miércoles y conoce el tema a fondo, mantiene su puesto de carrera en la agencia, pero tiene prohibido hablar con la prensa, según varios medios.
La sustituta de Rullán, Carmen Deseda, dijo el miércoles que iba a informarse sobre la situación antes de hablar con la prensa. Pero ayer no estuvo disponible para entrevista. 
La escasa información y la irregularidad con la que es ofrecida ha causado preocupación entre los alcaldes, que temen que el público baje la guardia ante la falta de datos. 
El alcalde de Arecibo, Lemuel Soto, quien cerró el ayuntamiento por varios días tras conocer un caso sospechoso entre sus empleados, cree que el público le ha restado importancia a la epidemia.
“Deben mantener al País más atento, más alerta sobre esta situación”, pidió Soto. “De la noche a la mañana yo he visto que la gente ha bajado la guardia y eso es sumamente peligroso”, dijo.
Informó que la empleada que tenía síntomas similares a la gripe porcina perdió su hijo y luego falleció.
Otro que también cerró la Casa Alcaldía para evitar contagios con el virus fue Eddie Manso, alcalde de Loíza, quien reiteró su preocupación. 
“Se puede dar el caso que la ciudadanía baje la guardia”, indicó Manso, quien asegura nunca ha recibido estadísticas del Departamento de Salud para informarle si en su municipio hubo o hay casos con el virus AH1N1.
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